Una apareció en el quincho. Al día siguiente, otra ahogada en la piscina. Gabriela Sotomayor pensó que se trataba de un tipo de ratón extraño, solo días después supo que los animales que vio en su parcela en Chacabuco, cerca de donde ha habido varios incendios, eran yacas, un marsupial endémico de Chile que suele vivir en matorrales de espinos y bosques.
"Me dijeron que varios animales estaban bajando del cerro por los incendios. Por eso les mandé un WhatsApp a los propietarios del condominio para que sepan que si ven uno, se trata de una especie endémica", señaló Gabriela Sotomayor.
Estos no son los únicos animales que han huido a zonas habitadas, las que generalmente evitan. Cuatro pacientes han llegado al Ufas, la Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre UNAB-Buin Zoo, desde que comenzó la ola de incendios en la zona central. Primero fue una serpiente de cola larga, de cerca de un metro. "Venía del cerro Chena. Un gato doméstico se la llevó a su dueño. La serpiente tenía gran parte del cuerpo quemada y una luxofractura severa de las vértebras torácicas", dice la doctora Nicole Sallaberry, directora del centro. Después, una cría de gato Colocolo, que había sido encontrada por los bomberos. Y el domingo por la noche llegaron dos nuevos pacientes: una güiña -especie vulnerable- y un chingue (tipo de zorrillo) adulto, ambos encontrados en zonas cercanas al incendio de Pumanque.
Quemaduras graves "La güiña está con pronóstico de reservado a desfavorable. Pasamos una noche complicada, porque tenía una seria inhalación de humo, los cojinetes con quemaduras grado tres, estaba extremadamente deshidratada y con el pelaje quemado", dice Salaberry. El chingue, por su parte, llegó decaído y desorientado, con la nariz tapada de cenizas y sin poder respirar bien. Pero ayer en la tarde ya mostraba mejorías: comía y estaba alerta de su entorno.
Zorros, pumas y quiques son otros que han intentado escapar de los incendios que afectan al país. No todos lo logran. "Cuando uno camina por acá ve cientos de animales muertos. Muchos reptiles. Aparte de las aves, la mayoría de los animales tiene pocas probabilidades de escapar", dice desde Pumanque Francisco Henríquez, director ejecutivo de la organización Orca Chile. Eso sí, agrega que la ayuda de la población es clave. Gracias a llamados de vecinos, han sabido de dos zorros que andan heridos por el sector y de un quique (especie de hurón) que fue avistado en una zona habitada.
En el caso de encontrarse con estos animales, dice Violeta Barrera -veterinaria de la U. de Chile y quien está en terreno analizando la situación de los animales-, lo más importante es contactarse con el SAG. "Hay animales de alta peligrosidad: cualquier carnívoro con lesión grave puede atacar por dolor. Por eso, lo principal es que la gente esté segura del sector donde lo avistó, que avise y que no intente cazarlo".
Y agrega: "La zona central es rica en biodiversidad, hay especies endémicas. Y el incendio va a tener gran impacto en las poblaciones. Aún no hemos podido rescatar nada, todo lo que vemos son animales después del incendio. Por eso ahora vamos a intentar ir a algunos sitios antes de que llegue el incendio, para rescatar anfibios y lagartijas de baja movilidad, por ejemplo".
Ecosistemas en peligro Desde el SAG recuerdan la importancia de esta zona: "Es relevante considerar que hasta el momento hay impactos significativos en amplias zonas de ecosistemas conformados por matorral espinoso del secano costero, junto al bosque esclerófilo costero. Estos territorios albergan una diversidad importante de fauna con especies amenazadas, como gatos Colocolo, chingues, zorros culpeo, además de aves propias del secano, como zorzales, peucos, chirihues, golondrinas chilena, entre otros", dice José Roberto Rojas, jefe de la división de Recursos Naturales Renovables del SAG.
Tanto el chingue como la güiña encontrados este fin de semana en Pumanque tienen úlceras en las córneas, producto del fuego y las cenizas. "Hay que salvarles los ojos porque si no, no los vamos a poder liberar, porque no van a poder cazar", dice Salaberry. Y advierte de otro grave problema: "La idea es cuidarlos y luego liberarlos en el mismo lugar o lo más cercano a su hogar. Pero si el incendio sigue, no va a quedar medio ambiente donde liberarlos".
También los polinizadores Las abejas y los polinizadores en general, también se han visto afectados por el fuego. Por eso los expertos están gestionando un alimento de mantención, a base de azúcar y agua. "En esta época, las abejas están en proceso de alimentación: las plantas están en plena floración", dice la académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la U. de Chile, Valeria Rojas.