La presencia de la Universidad de Chile en nuestra región, se remonta al origen de la actividad universitaria ariqueña en la década del sesenta.

Si bien esos inicios dieron paso al nacimiento de otras universidades en el norte, como fue en el caso de la Universidad de Tarapacá, la casa de Bello volvió a sentar presencia en 1997 con la creación e instalación en Putre del Centro Internacional de Estudios Andinos, cuya sigla en inglés coincide con la palabra Incas (International Center for Andrean Studies).

Creada bajo la gestión del rector Jaime Lavados, su origen, obedeció a la idea de que la Universidad de Chile necesitaba tener una actividad regional permanente, lo que significaba que no solamente estuviera ligada a los intereses de su presencia en Santiago, si no que a la contingencia de todos los problemas nacionales, expresó Luis Alberto Raggi, director de la entidad.

Por lo tanto, agregó, en nuestra zona, la agricultura del desierto, la adaptación del hombre a las grandes alturas, la radiación solar, las radiaciones cósmicas, etc., son de un interés nacional y eso decidió la instalación del Centro en la capital de la comuna de Putre.

"Gracias a esta infraestructura, hemos podido capturar una gran cantidad de proyectos interdisciplinarios que permiten no solamente generar conocimientos para la región de Arica y Parinacota, sino que extenderlos a otros sectores de los Andes altos como podrían ser los sectores del Altiplano de Iquique y del altiplano de la región de Antofagasta", expresó Raggi.

El Incas es un centro multidisciplinario y la gama de los estudios está dada solamente por la creatividad de los investigadores. "En el Centro mismo tenemos a cuatro funcionarios que trabajan permanentemente, sin embargo, personas de la Universidad ligadas al Centro deben ser no menos de 40. Entre ellas médicos dedicados a la medicina humana, veterinarios, ingenieros agrónomos y también de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas".