Atender el problema de segmentación social que caracteriza a la educación chilena actualmente fue uno de los puntos en que coincidieron representantes diversos sectores que participaron hoy en el seminario “La reforma educacional que Chile necesita: Desafíos para una educación de calidad”, organizado por la Universidad de Chile y Fundación Chile XXI.      

El evento, realizado en el Salón Ignacio Domeyko de la Casa Central, reunió a Juan Eduardo García-Huidobro, Presidente del Consejo Asesor Presidencial de Educación; el Dr. Ennio Vivaldi, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e integrante de dicha comisión; Nicolás Grau, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y también miembro del Consejo, y César Valenzuela, dirigente de los alumnos secundarios. A ellos se sumó Eugenio Lahera, Director Ejecutivo de la Fundación Chile XXI, quien actuó como moderador.

Juan Eduardo García-Huidobro, al igual que otros panelistas, estimó que en los últimos 16 años se ha avanzado mucho en materia de cobertura, pero que no ha ocurrido lo mismo en cuanto a calidad de la educación ni en equidad. En ese sentido, dijo que una de las prioridades del Consejo Asesor es abordar el marco regulatorio de la enseñanza, que según indicó, debe procurar buscar una “mejor ecuación entre derecho a la educación y libertad de la enseñanza”.

Además, subrayó la diferencia que ha caracterizado el desarrollo de los establecimientos municipalizados y de los subvencionados en el último tiempo. “Tenemos en la parte institucional dos cosas; por una parte, una educación del Estado que tiene más obligaciones y no más recursos y, por otra, una educación del Estado que tiene un conjunto de regulaciones que la hacen más onerosa y por lo cual no hay cómo solventarla. Eso ha llevado a una crisis grave de la educación municipal en Chile”, señaló.

Por su parte, Nicolás Grau también recalcó que la segregación en la educación del país se expresa de dos maneras, una de las cuales es la desigualdad de oportunidades. “Por la segregación en Chile, los estudiantes tienen un set de oportunidades que está estrechamente relacionado por el lugar dónde nacieron. Eso es impresentable y va a marcar la irrupción de movilizaciones mientras esto no se resuelva”, dijo.

Agregó que el otro aspecto es que el actual escenario determina "un horizonte más pobre en el ámbito de las políticas públicas", debido a las dispares condiciones que rodean la preparación académica de quienes serán en el futuro sus autores.

“Si una persona va a un colegio particular de elite, luego asiste a una universidad de elite y nunca conoce al resto de la población, y esa persona finalmente termina gobernando el país, será alguien que nunca se dará cuenta de este tema”, sostuvo, añadiendo que es urgente superar esta división, “porque nos hace menos hábiles para solucionar los problemas que enfrenta el país”, puntualizó

Asimismo, calificó como una irresponsabilidad el hecho de que las autoridades se hayan preocupado en el último tiempo de ampliar  la cobertura, sin atender conjuntamente el tema de la desigualdad.

“La frustración más importante y lo que aún no está resuelto en el país es esa diferencia interna (…) Creo que lo que está en juego ahora es justamente el tema de la segregación”, concluyó.

En tanto,  César Valenzuela destacó que, luego de que los secundarios lograron poner en la agenda pública el tema de la educación, “lo que falta es que como secundarios nos convirtamos en un actor social más”. Argumentó que “nosotros representamos a un gran número de ciudadanos que hoy no está representados” y que por esto debieran tener participación en el debate respecto de temas país, tales como la responsabilidad penal juvenil, la Reforma Procesal Penal o la legalización de la marihuana.

Desde otra perspectiva, el Dr Ennio Vivaldi calificó el movimiento estudiantil suscitado hace algunas semanas como una “irrupción que viene a demostrar una necesidad de debate y de diálogo, que aparentemente era algo superado, o que por lo menos ya no estaba presente en nuestra juventud”.

Añadió que “el sistema estatal debiera hoy, como concepto de educación pública, ser considerado, discutido, y replanteado en una comparación objetiva con sistemas alternativos”.