La necesidad de encontrar una vacuna efectiva para combatir la pandemia del COVID-19, que ha cobrado la vida de casi 700 mil personas alrededor del mundo, se ha convertido en una de las prioridades para los laboratorios científicos más importantes a nivel internacional. Mientras que en nuestro país, se abre el debate para buscar una estrategia que permita el desarrollo e investigación de este ámbito fundamental para la salud de la población.
Las vacunas son un componente importante en la salud pública y el control de enfermedades en la población de un país. Son una protección contra diferentes patologías, que pueden ser transmitidas por los animales o por personas, o que pueden estar en el ambiente.
“Es la única forma que existe para prevenir enfermedades que no se pueden erradicar y que afectan a toda la población. Como la enfermedad no se puede transmitir, empieza a disminuir y evita muertes o complicaciones. Por eso son tan importantes en los niños o en los animales, porque son individuos en desarrollo y sus sistemas inmunológicos aún no están preparados para enfrentar una enfermedad”, explicó el Dr. Leonardo Sáenz, académico del Departamento de Ciencias Biológicas Animales y director del Laboratorio de Vacunas Veterinarias de Favet.
Para potenciar el desarrollo de vacunas en nuestro país se debe desarrollar una estrategia donde se contemple la creación de un Laboratorio GMP de producción, que permita avanzar en las etapas de producción de vacunas para verificar que son efectivas y para fabricar la cantidad de dosis requerida con una calidad de primer nivel.
“Es un tema estratégico y debemos como Universidad ser actores relevantes en este escenario. Hay muchas capacidades instaladas en nuestra Universidad u otras, que permiten el desarrollo de vacunas hasta las primeras etapas de laboratorio, pero se necesita el siguiente paso para verificar que funcionan”, afirmó el Dr. Sáenz.
De acuerdo con nuestro especialista, este Laboratorio de Vacunas, “debería ser una institución público-privada que participe en el desarrollo y produzca vacunas de clase mundial con la mejor tecnología. Podría financiar su funcionamiento en el tiempo por medio de la producción de un par de vacunas del programa nacional de vacunación”.
Mientras eso sucede, el Laboratorio de Vacunas Veterinarias de Favet está trabajando en investigación y desarrollo principalmente en formulaciones inmunizantes para animales, utilizando nuevas biotecnologías a través de investigación aplicada, la que, a su vez, está asociada a la docencia de pre y postgrado.
“Tenemos varias tecnologías en diferentes estados de desarrollo, algunas en etapa de estudios clínicos fase III y otras ya en proceso de expediente de registro para ser licenciadas. Actualmente estamos desarrollando una vacuna multivalente contra salmonella, el cual es un patógeno de aves de gran importancia en Salud pública y también estamos trabajando con 5 virus de importancia veterinaria en los cuales la producción de una parte de la vacuna la realizamos en plantas (Nicotiana benthamiana), algo bastante innovador”, destacó el Dr. Sáenz, sobre el trabajo que realiza actualmente el laboratorio que dirige.
A nivel nacional, el Laboratorio de Vacunas Veterinarias de Favet es uno de los pocos laboratorios universitarios pilotos con características GMP, con buenas prácticas de manufactura, que existen.
“Estamos autorizados en funcionamiento por el servicio agrícola y ganadero (SAG) para producir a escala piloto, vacunas que pueden ser utilizadas en estudios clínicos de campo (Fase II/III) ya que se requiere un laboratorio con características especiales, sellado, con presión de aire positivo, salas separadas por esclusas, etc”, señaló el Dr. Sáenz.
En el desarrollo de vacunas hay un desafío constante de mejora en la efectividad del producto, porque el sistema inmune va cambiando, tanto en la población humana como en la animal. El entorno también provoca adecuaciones en los individuos y los patógenos mutan para hacerse más resistentes a la inmunización.
La producción de una vacuna contra el virus SARS-Cov-2, que produce la enfermedad COVID-19, enfrenta este desafío, ya que, si bien no erradicará la patología, al menos, debería aminorar la sintomatología para no generar cuadros de salud de gravedad como sucede en la actualidad sin una inmunización efectiva.
El Dr. Sáenz explica que existen muchos desarrollos a nivel mundial de vacunas contra este pandémico virus, pero pocas han logrado avanzar a fases clinicas II o III en las cuales se evalúa la efectividad de la formulación. “Las principales compañías farmacéuticas han optado por tecnologías muy nuevas, pero más promisorias, ya que se trata de un virus complejo en las cuales las vacunas tradicionales probablemente no funcionen, como ha sucedido con la vacuna contra la peritonitis infecciosa felina”, enfatizó.
Nuestro país estaría negociando con compañías farmacéuticas extranjeras la realización de estudios clínicos en Chile para probar la efectividad de una vacuna contra el COVID-19, ya que no existe una estrategia nacional con fondos gubernamentales para desarrollar una vacuna nacional para combatir esta pandemia.
Pese al escenario nacional, el Laboratorio de Vacunas de Favet está trabajando en el desarrollo de una vacuna contra el COVID, utilizando la producción del antígeno en plantas de tabaco. “Nuestro objetivo final es una vacuna para animales, sin embargo, todas los ensayos y resultados que se generen pueden ser base interesante para una vacuna humana”, comentó el Dr. Sáenz para concluir.