Las pruebas de preferencias alimentarias permiten comprender algunos aspectos del comportamiento de los perros domésticos. Algunas características físicas de cada raza canina podrían incidir en su selección a la hora de elegir su comida, así como también las cualidades nutricionales del alimento.
En este estudio, se midieron las variables de peso, edad, sexo, raza y estación del año para analizar las preferencias, así como también las cantidades absolutas de alimento que consumían los perros.
“Al estar en un país con estaciones marcadas, como es Chile, se consideró el factor de la temperatura ambiental en las preferencias. Así, se consideró temporada de calor, primavera - verano y de frío, otoño - invierno. Con temperaturas más altas, disminuye la ingesta calórica”, afirmó el profesor Sergio Guzmán, académico del Departamento de Fomento de la Producción Animal, uno de los autores de la publicación.
El artículo “Preferencias alimentarias en perros: Efectos de la composición nutricional y variables intrínsecas en la selección de la dieta”, que puede revisarse en este link, surge a partir de la Memoria de Título de la hoy Médico Veterinaria de Favet, Carem Muñoz. Durante su tesis, la estudiante recopiló los datos recogidos durante 10 años por el Centro de Investigación de Nutrición y Alimentación de Mascotas (CINAM) de la Facultad, desde el 2007 al 2017.
“La iniciativa de mi tesis se debió a que principalmente las preferencias alimentarias en mascotas era un tema muy poco estudiado, siendo que son dudas muy concurrentes en la clínica”, señaló Carem Muñoz, agregando que “en general la industria alimentaria en Chile está muy limitada a productos de marketing y no a las necesidades básicas. Si bien el enfoque en la industria alimentaria está dado más en los macro nutrientes, nunca se le ha dado un enfoque a las preferencias propiamente tal de las mascotas”.
La comprensión de la relación entre la composición nutricional de la dieta con las variables intrínsecas de los perros y las selecciones dietarias, podrían mejorar la formulación del alimento de mascotas para satisfacer sus necesidades propias como especie animal, pero también de sus preferencias de acuerdo a su individualidad – como su raza, tamaño o peso.
“Se vieron algunos factores relacionados a la dieta, donde se determinó que el contenido de humedad y de fibra incidían en la elección de los perros. Les gustan las dietas más húmedas, que con alto contenido de fibra porque son más fáciles de digerir. Los perros, como especies no rumiantes referente a su fisiología digestiva, tales como los cerdos, aves o humanos, tienen un solo un estómago y no tienen la capacidad de desdoblar contenidos fibrosos de los alimentos”, explicó el profesor Guzmán.
Así mismo, los perros demostraron preferencias por los alimentos más ricos en proteínas. Para comprender la alimentación de los caninos debemos pensar en que provienen del lobo y en su información genética aún comparten ciertos comportamientos instintivos como la competencia por el alimento, demostrada en que son capaces de consumir la comida muy rápido si están en grupo, por ejemplo.
“Debemos comprender que el perro viene del lobo, un carnívoro depredador por naturaleza que necesita la proteína en su dieta. Uno podría suponer que buscaría ese tipo de alimento en el ambiente. A pesar de eso, el perro ha cambiado sus preferencias y su aparato digestivo para poder digerir otro tipo de alimento. Mantiene sus características carnívoras, pero puede digerir carbohidratos”, sostuvo Jaime Figueroa, profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica, quien guió la tesis de Carem Muñoz mientras era académico de Favet.
Respecto a los resultados de las variables intrínsecas, el profesor Guzmán detalla que los perros más pesados consumen menos alimento palatable que las razas más pequeñas. En la estación del año más calurosa, el consumo disminuyó en todos los canes. La edad y el sexo no afectaron ni la preferencia ni la cantidad total de alimento consumido.
“En cuanto a la raza, no hubo diferencias en las preferencias, pero si en la capacidad de detección de las dietas palatables. Así, el Bóxer prefirió menos las dietas más palatables. Esta raza no sería tan capaz de detectar las claves volátiles que le ofrece el alimento”, puntualizó el profesor Guzmán, explicando que la capacidad olfativa de los perros es determinante para sus preferencias.
Las otras razas estudiadas fueron Beagle y Labrador. Los perros que participaron en este estudio provienen de criaderos de razas puras y no tienen conexión genética entre sí.
Por su parte, Carem Muñoz añadió que “los resultados más relevantes dentro de lo mencionado fue darnos cuenta de la importancia del contenido de materia seca y fibra cruda en los alimentos, ya que la mayor cantidad de alimentos en el comercio son pellet extruido el cual disminuye el porcentaje de humedad y por ende sus preferencias”.
Los autores de este estudio coinciden en que, aunque hay mejores productos en el mercado, la industria de alimentos busca el aumento de la palatabilidad, es decir, que mientras más le gusta al perro, se puede vender más alimento.
El problema se presenta porque este tipo de alimento es económico, tiene bajo contenido proteico y es rico en carbohidratos, y, a su vez, tiene recubrimientos que aumentan la palatabilidad y por ello, los perros lo terminan consumiendo. Sin embargo, esto puede acarrear serios problemas de nutrición, y los canes pueden presentar sobrepeso, obesidad o problemas digestivos.
El análisis de estos datos permitió ratificar empíricamente ideas sobre la alimentación de los perros que estaban asentadas por criterio. Los autores consideran este estudio como “una contribución desde la investigación y la aplicabilidad de la Medicina Veterinaria” y recomiendan a la población a informarse sobre la dieta que necesita su perro de acuerdo a su raza, edad, peso y época del año.
“Es importante ver el contenido nutricional de los productos, ver la ubicación de la proteína en la lista. Que sean materias primas de alta digestibilidad y de origen animal. Hay muchos productos buenos en el mercado, por lo tanto, es responsabilidad de los dueños de las mascotas darles una nutrición adecuada y tomar en consideración estas variables a la hora de elegir su alimento”, recomendó el profesor Guzmán, promoviendo el bienestar de los perros de compañía.