En el marco del cierre del proyecto “Modelo agroecológico para la coccidiosis aviar y red de innovación”, se llevó a cabo el Microsimposio de Coccidiosis Aviar en el Instituto de Patobiología Veterinaria del INTA y el Instituto de Patobiología Veterinaria del CONICET, con el objetivo de presentar los progresos y resultados de la iniciativa, tanto desde Chile como Argentina.
“Se generaron varios productos, como publicaciones científicas, y como resultado, al menos en la parte de Chile, permitió conocer el estatus de la coccidiosis en estos sistemas productivos de agricultura familiar campesina y, nosotros como laboratorio, aprovechamos también estas muestras para conocer el estatus sanitario en cuanto a parasitosis de estas aves”, explicó la Dra. Galia Ramírez, directora del Laboratorio de Parasitología y Enfermedades Parasitarias (Parasitovet) de Favet y co-investigadora en el proyecto.
El proyecto cuenta con dos artículos publicados en la revista internacional Animals de MDPI, sección Poultry, “Chicken Coccidiosis in Peri-Urban Family Farming in Two South American Countries: Prevalence and Circulating Eimeria spp.” y “Risk Factors and Spatial Distribution of Gastrointestinal Parasites in Backyard Poultry Production Systems in Central Chile”.
Desde el 2022, la Universidad de Chile junto con el INTA y el CONICET de Argentina han desarrollado una iniciativa financiada por FONTAGRO que busca generar un modelo agroecológico para combatir la coccidiosis aviar, parasitosis intestinal que ocasiona problemas sanitarios en las granjas avícolas que produce grandes pérdidas económicas, tanto en la producción de carne como de huevos, a nivel mundial.
“Existen varias especies dentro de este género parasitario, que generan enfermedad con distintos niveles de patogenicidad, por lo que es importante identificar las especies presentes en las aves, para establecer adecuados mecanismos de control”, sostuvo la Dra. Ramírez.
Proyecto “Modelo agroecológico para la coccidiosis aviar y red de innovación”
La coccidiosis no suele ser un problema para los grandes productores, dado que manejan sistemas cerrados y sus aves siguen un procedimiento en el que todas salen y entran juntas, consumen alimentos de mejor calidad y sus camas son removidas al mismo tiempo. Pero, de acuerdo con la académica, es diferente para el pequeño productor, quien no tiene las herramientas necesarias para manejar ese tipo de método tan controlado y tampoco tiene acceso a vacunas.
En este contexto nace el proyecto “Modelo agroecológico para la coccidiosis aviar y red de innovación”, que intenta contribuir en su solución, mediante la integración del sistema avícola de Chile a la red de innovación establecida en Argentina, y del intercambio de tecnologías y conocimientos respecto a la enfermedad y su prevención, como el curso teórico-práctico dictado en Favet, o la pasantía en la que participó un estudiante egresado de la facultad a finales del año pasado.
La Dra. Anabel Rodríguez, líder de la iniciativa, investigadora y actual directora del Instituto de Patobiología del INTA; y la Dra. Mariela Tomazic, co-líder del proyecto e investigadora del CONICET, viajaron a Chile para impartir un curso teórico-práctico sobre técnicas moleculares aplicadas a la tipificación de Eimeria spp a estudiantes de Parasitovet.
“La idea del curso es capacitar a los estudiantes en todas las técnicas moleculares que estandarizamos durante la ejecución del proyecto, y transmitir la importancia de estas técnicas en el diagnóstico más preciso de esta enfermedad, y que las puedan reproducir en el caso que necesiten. A su vez, estas técnicas se pueden transferir a otros patógenos, no solamente a Eimeria y a otras especies animales afectadas por esta patología”, señaló la Dra. Tomazic.
A través del programa, se les enseñó a los estudiantes del laboratorio cómo identificar las coccidias que están afectando a las aves de un productor sin la necesidad de recurrir a la necropsia, sino más bien haciendo PCR de sus heces, un método no invasivo y altamente específico.
“Mientras más carga parasitaria tenga un ave en su intestino de algunas especies más patógenas, la severidad de la enfermedad puede ser mayor”, mencionó la Dra. Ramírez, destacando que las consecuencias de estas enfermedades repercuten en dos cosas del sistema avícola más importantes: la oviposición en las aves de postura y el peso en las aves de carne.
Si bien, la enfermedad no es zoonótica y sus patógenos no traspasan a la carne del ave o al huevo, se utilizan antibióticos para su tratamiento y si no son retirados a tiempo pueden generar residuos de antimicrobianos que pueden ser dañinos para la población.
Por otra parte, la pasantía, financiada por el proyecto FONTAGRO, también fue una oportunidad perfecta para descubrir otras tres nuevas especies de parásitos en las mismas muestras trabajadas en ambos países, ya que la técnica de diagnóstico molecular es un procedimiento que permite a los investigadores identificar con más precisión no sólo el género del parásito, sino también su especie.
“La investigación quedó bastante avanzada y algunas muestras quedaron como sospechosas de que, eventualmente, algunas de estas tres nuevas especies de Eimeria pudiesen existir en las muestras que se buscaron tanto en Argentina como en Chile”, detalló Bruno Cantín, tesista de Parasitovet, quien realizó la pasantía en el país trasandino, explicando, además, que vio cómo se puede generar un banco de bacterias.
Además de intercambiar conocimientos y tecnologías para la detección y prevención de la coccidiosis en aves, el proyecto también buscó integrar el sistema avícola chileno a la red de innovación que estaba establecida en Argentina, bajo la idea de fortalecer la comunicación entre productores acerca de los parásitos que pueden afectar a sus aves y, por ende, su producción.
“Como parte de esta red de innovación, para comunicarnos, creamos una red de innovación llamada REDICOA. Esta red de coccidiosis aviar tiene un Instagram, un WhatsApp, X (Twitter) y además mailing”, detalló la Dra. Rodríguez.
El mailing está dirigido principalmente a instituciones, como un canal de difusión orientado a lo académico para transmitir información sobre diferentes temas del proyecto. Por otro lado, las redes sociales, como WhatsApp, sirven como medio de interacción eficiente para que productores y productoras interesadas en el proyecto puedan obtener información básica acerca de la enfermedad y resolver sus dudas al respecto.
Además de estas plataformas, las investigadoras esperan compartir próximamente un manual de protocolo que productores, principalmente pequeños, puedan seguir para mejorar el sistema de crianza y las condiciones sanitarias de sus aves, ya que, a diferencia del sistema acuícola, en Chile no existe una receta electrónica que esté a libre disposición para productores y productoras del sistema avícola.