Como cada año, un equipo de investigadores de Favet liderado por el Dr. Víctor Neira desarrollará trabajo en terreno en la Antártica para estudiar la evolución del virus de Influenza Aviar Altamente Patógena (H5N1), en estrecha colaboración con el Instituto Antártico Chileno (Inach).
En 2024, la principal novedad de esta investigación fue la incorporación de estudiantes de Pregrado a la expedición científica. Este 2025, la experiencia vuelve a repetirse, reafirmando el compromiso del equipo con la formación temprana en investigación.
“Siempre que he tenido la oportunidad, he procurado involucrar a estudiantes de Pregrado en actividades reales de investigación. Considero que estas experiencias son profundamente provechosas: no solo fortalecen su formación académica y vocacional, sino que también cumplen un rol inspirador, al demostrar que es posible participar tempranamente en ciencia de frontera, incluso en contextos tan exigentes y únicos como la Antártica. Repetir esta experiencia es una forma concreta de abrir caminos y motivar a nuevas generaciones de estudiantes”, señaló el Dr. Neira.
El viaje de Matthias Cabrera y Benjamín Barrera se extenderá desde el 29 de diciembre hasta febrero. Durante este periodo, ambos estudiantes de cuarto año participarán en la recolección de muestras de origen animal y ambiental, además del procesamiento y análisis de laboratorio en terreno.

Para Matthias Cabrera, esta será su segunda experiencia consecutiva en el continente blanco, tras haber participado en la expedición anterior.
“Viajar a la Antártica es una oportunidad poco común, ya que es un continente protegido con fines exclusivamente científicos y no cualquiera puede acceder a él. Por eso, cada vez que se presenta la posibilidad siento que hay que aprovecharla. Además, ahora cuento con mucha más experiencia y conocimientos sobre el trabajo en terreno, por lo que creo que puedo aportar aún más al proyecto. Al mismo tiempo, quiero seguir aprendiendo y perfeccionándome como profesional, y participar de estas expediciones es una excelente oportunidad para lograrlo”, destacó.
Durante su primera estadía en la Antártica, Matthias desarrolló labores en la Base Profesor Julio Escudero, ubicada en la Isla Rey Jorge, donde pudo enfrentar los desafíos propios de la investigación en terreno.
“Aprendí muchísimas cosas que serán muy útiles para esta segunda expedición. Por ejemplo, conocer mejor la geografía del lugar, las distancias que recorremos y los tiempos que demanda cada trayecto, ya sea caminando o en vehículo. También adquirí experiencia sobre cuánto tardamos en recolectar muestras y cómo planificar las jornadas. Asimismo, aprendí a interpretar el clima para saber qué días son más favorables para trabajar. Por último, ahora sé más sobre la fauna local: qué especies pueden ser más o menos agresivas, cuál es el límite de acercamiento para evitar perturbación y cómo manejar encuentros en terreno”, sostuvo Matthias.

En el caso de Benjamín Barrera, esta será su primera travesía al continente antártico. Su incorporación al proyecto se dio tras colaborar previamente en distintas actividades del laboratorio, motivado por su interés en el trabajo experimental.
“Gracias al contacto con Matthias, tuve la oportunidad de conocer al profesor Víctor Neira, quien en un par de ocasiones me permitió colaborar en diversas tareas. Cuando surgió el proyecto, el profesor ya conocía mi interés en el trabajo de laboratorio, por lo que me ofreció directamente integrarme a la iniciativa, extendiéndome desde entonces la invitación a su laboratorio para aprender y participar en los procedimientos necesarios”, comentó.

Tras confirmarse su participación en la investigación, recibió numerosas felicitaciones de parte de su entorno cercano.
“Ellos sabían que me gustaba involucrarme en varias actividades dentro de la universidad, pero creo que nunca imaginaron que podría surgir tamaña oportunidad. Claro, también existe la preocupación natural que suele darse cuando se habla de vuelos y expediciones en ambientes extremos, pero, aun así, han sabido manejar bien esas preocupaciones y evitar que afecten mi forma de enfrentarme ante esta nueva experiencia”, aseguró Benjamín.
El Dr. Víctor Neira contempla seguir ofreciendo estas oportunidades, con el objetivo de seguir fortaleciendo la formación de profesionales de nuestra Facultad.
“En el caso de Matthias y Benjamín, destaco su motivación genuina por aprender, su proactividad y sus ganas de ser un aporte real tanto para la Facultad como para el laboratorio. Es por ello que la intención es seguir ofreciendo este tipo de oportunidades a estudiantes interesados en la investigación. Recientemente nos adjudicamos un proyecto Anillo, lo que abre nuevas posibilidades para ampliar las actividades de terreno y la participación estudiantil. Además, es importante destacar que en la Favet existen muchos otros académicos con proyectos igualmente interesantes, tanto en Chile como en el extranjero. Mi invitación a los estudiantes es a informarse, acercarse a los laboratorios, preguntar y buscar activamente estas instancias: las oportunidades existen, pero también requieren iniciativa por parte de quienes quieren aprovecharlas”, concluyó el Dr. Neira.


