A menos de cinco meses de la realización de la Conferencia de Cambio Climático COP25 en Santiago, la organización de conservación WWF Chile presentó un documento con 12 propuestas para que el país haga frente a este desafío global en forma sustentable, justa y reduciendo la vulnerabilidad de ecosistemas y comunidades. “Un nuevo trato por el clima” se denomina esta hoja de ruta, que será entregada a los principales actores vinculados a la acción climática y al medio ambiente en Chile, y recoge el llamado internacional de WWF para alcanzar un Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas.
El foco de las propuestas se basa en la necesidad de integrar medidas de desarrollo bajo en emisiones con las llamadas soluciones basadas en naturaleza, pilares de una acción climática que debe apuntar a disminuir las emisiones totales en un 50% al 2030, alcanzar la carbono neutralidad antes del 2050 y reducir la vulnerabilidad del país.
Otro de los puntos destacados es la propuesta de mejorar la actual contribución nacional determinada de Chile (NDC), suscrita en el marco del Acuerdo de París, la cual se basa en toneladas de CO2 equivalente por unidad de Producto Interno Bruto (PIB), es decir, está supeditada al crecimiento económico.
WWF espera que esta nueva meta se centre en una importante reducción de emisiones absolutas. A esto se suma, acelerar la descarbonización de la matriz energética, lo que implica adelantar el cierre de las centrales a carbón actualmente en funcionamiento, de 2040, como propuso el Gobierno, a 2030.
Asimismo, estas medidas deben enmarcarse dentro de un proceso de transición justa, que vele por el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, comunidades y personas que podrían ser afectadas. Otros aspectos del documento son el aumentar en un 30% la superficie y representatividad de las Áreas Protegidas terrestres al 2030 e implementar planes de manejo efectivo con enfoque de adaptación al cambio climático para el 100% de las Áreas Protegidas terrestres y marinas al 2025. Además, se propone la restauración de 500.000 ha de bosque nativo, adelantando la meta de la Política Nacional Forestal del 2035 al 2030; así como aumentar la superficie de bosque nativo bajo Manejo Forestal Sustentable en 500.000 ha para la misma fecha. Un aspecto clave en esto es continuar con el desarrollo del Plan Nacional de Restauración de Paisajes Forestales, que debe generar incentivos para la restauración y recuperación de suelos degradados. “En término de emisiones, hoy no somos un gran actor climático, pero la tremenda potencialidad que tenemos, sobre todo en cuanto a energías renovables y soluciones que nuestra naturaleza terrestre y marina puede aportar, podría convertir a Chile en un líder de la acción climática, lo que sin duda es un gran refuerzo a nuestra imagen país. Estamos avanzando por el camino correcto, pero debemos acelerar con decisión, conscientes también de que esto no termina en diciembre con la COP25, sino que queda un largo trecho, para el cual proponemos establecer una Mesa de Transición Multiactores que contribuya al diálogo y consenso para tomar las mejores decisiones frente al desafío climático”, señaló Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.