El Parque Pingüino Rey, ubicado en una recóndita bahía de Tierra del Fuego, es el hogar de la única colonia de esta especie en Sudamérica, que partió como una iniciativa privada de conservación del ecosistema del lugar para transformarse en un proyecto multidisciplinario de investigación y protección, y es aquí donde Francisca y María Ignacia jugarán un papel fundamental.
La médico veterinaria de la Universidad de Chile Maite Arriagada trabaja desde hace 5 años en la reserva y junto a su colega Víctor Neira, académico de nuestra Facultad e investigador del Laboratorio de Virología, propusieron a los estudiantes analizar los agentes virales que atacan al pingüino Rey tomando muestras desde la misma especie, en su hábitat natural y conociendo de cerca las condiciones en las que se desarrollan.
“Van a estar en condiciones extremas y tendrán harto trabajo. Hubo varios alumnos interesados, pero tuvimos que hacer una selección porque no podían ir todos. Tenían que cumplir requisitos y hacer un entrenamiento previo en el laboratorio acá en la Facultad”, aseguró el profesor Neira, quien lleva años estudiando agentes virales en pingüinos, principalmente en la Antártica. “Somos pioneros en este tipo de investigación”, agregó.
La Coordinadora de Investigación del Parque Pingüino Rey, Maite Arriagada, señaló por su parte que “por primera vez hicimos un llamado abierto para que vinieran alumnos a hacer su tesis. Esta instancia permite que se genere nueva información específica sobre esta especie en Chile, que se refuerce el vínculo con el profesor Neira a través del laboratorio y que las alumnas aprendan a trabajar en zona extrema”.
“El Pingüino Rey parte el cortejo en octubre y noviembre, incuban y luego en enero y febrero eclosionan las primeras crías. Vamos a poder estudiar la especie en plena época reproductiva, y además vamos a promover la educación ambiental con los visitantes”, agregó Arriagada, destacando además que el Parque pasará a llamarse Reserva Natural por su gran valor para la conservación del ecosistema.
Las alumnas estarán casi un mes viviendo en el Parque estudiando a los pingüinos Rey, que es la segunda especie de esta ave marina más importante de nuestro país después del Emperador, tomarán muestras y trabajarán como guías turísticas del lejano parque que recibe cada año a miles de personas desde diferentes lugares del mundo que quieren estar en contacto con la naturaleza y conocer de cerca estos magníficos ejemplares.
“Nuestro objetivo es evaluar si hay prevalencia de enfermedades en el pingüino Rey para conservar la población, que es el único asentamiento de esta especie en nuestro país. Este viaje es cumplir sueño, me gusta mucho la conservación de la fauna silvestre, entonces hacer un estudio así e ir a un lugar que no conozco, me parece asombroso”, señaló Francisca González, a poco de subirse al avión que la llevará hasta Punta Arenas para luego cruzar el Estrecho de Magallanes en ferry hasta el Parque ubicado en Bahía Inútil.
“Lo que se va a hacer es tomar muestras de heces del pingüino Rey, y de alguna otra especie del parque como zorros o cururos. Vamos a estar en contacto con los turistas haciendo charlas de conservación, y sobre nuestra investigación que servirá para identificar virus que puedan ser importantes tanto para la vida humana como para la silvestre; es tener un estatus sanitario del parque”, contó María Ignacia López, ilusionada con esta oportunidad porque nunca ha visto un ejemplar de pingüino Rey en su vida.
Las tesis de las alumnas son individuales y para hacer sus investigaciones tuvieron que estandarizar pruebas de diagnóstico en el Laboratorio de Virología de la Facultad, acompañadas por Víctor Neira como su profesor guía.
“Las muestras entregan conocimiento y con las de estos pingüinos Rey van a poder conocer causas de mortalidad, factores que incidan en la reproducción, conocer su comportamiento en área silvestre. Y sin duda, es un desarrollo para nuestro laboratorio”, agregó el profesor Neira.
Francisca y María Ignacia se quedarán por 45 días en el Parque hasta que lleguen otros dos estudiantes a relevarlas y hacer sus propias investigaciones para sus tesis de agentes virales en el pingüino Rey.