A raíz del llamado estallido social y de la creación de una Nueva Constitución para nuestro país, la Universidad de Chile ha generado espacios de diálogo para debatir sobre propuestas para el gran cambio que exige nuestra sociedad, por esta razón, Gustavo Yáñez, de primer año de Veterinaria aprovechó la oportunidad para organizar un encuentro con el fin de tratar el tema de la protección de derechos de los animales.
“Existe una coevolución con los animales y por eso es importante establecer sus derechos, debatir sobre cómo los protegemos y asegurar su bienestar. Debemos conversar sobre estos temas porque hay un abismo de subjetividad entre un perro y una vaca, por ejemplo”, señaló Gustavo Yáñez, quien además está llevando este tema para plantearlo en cabildos abiertos y conversatorios sobre el proceso constituyente.
Antonia Ascencio, estudiante de Derecho de nuestra Casa de Estudios y miembro de la Fundación Derecho y Defensa Animal, presentó sus argumentos para incluir a los animales dentro de la Nueva Constitución, asegurando que este periodo de movilizaciones que estamos viviendo es una oportunidad única para considerarlos como sujetos de derecho y seres sintientes.
“Todavía hay personas que consideran a los animales como cosas y que pueden hacer lo que quieren con ellos. Todos los que hemos convivido con animales o hemos trabajado de cerca con ellos estamos promoviendo la creación de una nueva rama del derecho que sea el derecho animal, para protegerlo jurídicamente asegurando su bienestar”, afirmó Ascencio en su presentación.
La Constitución de 1980, que es la que rige actualmente en nuestro país, de acuerdo a Ascencio, “no hace referencia a los animales no humanos”. Y existirían dos corrientes sobre la regulación de los derechos de los animales, una es procurar el bienestar animal dentro del marco comercial y el otro que pueda protegerlo de la comercialización.
Se podría hablar de cierto avance con la Ley N°20.380, que considera a los animales como seres vivientes y sensibles que son parte de la naturaleza y la Ley N°21020, llamada Ley Cholito, sobre tenencia responsable de mascotas. Pero existe legislación que sigue tratando a los animales como propiedad comercial como la Ley de Caza o la Ley de Pesca. “Hay leyes que prevalecen sobre las otras, por eso es tan importante proteger a los animales en la Constitución, ya que tiene más peso que las otras, llegando incluso a invalidar otras iniciativas”, agregó Ascencio.
Isadora Mendoza, egresada de Favet, opinó durante el conversatorio que “debiese existir una estratificación de los reinos animales para su protección, porque es importante considerar a todos los animales, los insectos, por ejemplo. Miles de polinizadores mueren a diario por la acción humana afectando gravemente al ecosistema”.
La protección de los animales trascendería no solo al cuidado diario en las actividades cotidianas o en la vida silvestre, sino también en situaciones especiales, como desastres naturales, celebraciones con fuegos artificiales y manifestaciones, precisamente como las que vive nuestro país en estos días.
De acuerdo a Constanza Riquelme, médico veterinaria de la Universidad de Concepción y Magíster en Bienestar Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona, el actuar de Fuerzas Especiales de Carabineros repercute directamente en los manifestantes, residentes del sector y en los animales que están en medio de los puntos de conflicto y que reciben los efectos de los gases lacrimógenos, los balines y el agua con químicos que lanzan para dispersar a la multitud.
“Esta es una opinión con respaldo científico para ser un aporte a la discusión y para visibilizar un problema latente de quienes no tienen voz”, señaló enfática Riquelme, haciendo hincapié en los síntomas que presentan los animales que han estado en las manifestaciones o en sectores aledaños.
“Con el efecto de las bombas lacrimógenas hay irritación instantánea en ojos, nariz, boca, piel y vías respiratorias. Hay enrojecimiento de mucosas oculares y nasales, estornudos, molestia y exceso de acicalamiento”, explicó Riquelme advirtiendo, además, que, por estrés, los animales pueden dejar de hacer lo requerido.
La académica de Favet Tamara Tadich, quien también participó en la organización del conversatorio, destacó que todos los animales deben ser incluidos en la protección de sus derechos, los domesticados, los que viven en la vida silvestre y quienes ayudan a los humanos en terapias de salud, en desarrollo económico, tecnológico o científico, etc.
“Por ejemplo en Chile, no se hace testeo cosmético en animales, pero sí hay un uso experimental. Aunque sean métodos no invasivos para estudiar la conducta o desarrollo, igual es experimental. Tenemos que avanzar en todos los marcos legislativos para proteger a los animales”, enfatizó la profesora Tadich.