La última pandemia antes del SARS-CoV2 fue producida por la gripe H1N1 del 2009, un virus que activó una alerta sanitaria global el año 2009 y que causó la muerte de entre 150.000 a 500.000 personas en todo el mundo. Este virus H1N1 provenía de cerdos, razón por la que en su inicio se conoció como gripe porcina. Un virus similar, que comparte genes del virus del 2009, fue encontrado en cerdos de China. Su nombre es G4 H1N1 y ya habría afectado a personal de granjas en el país asiático.
Este nuevo patógeno “es parte de los virus conocidos como los Influenza porcina H1N1 de Eurasia. Estos virus son de origen aviar que se establecieron en la población porcina de Europa y Asia hace décadas”, explica el Dr. Víctor Neira, académico del Departamento de Medicina Preventiva Animal e investigador del Laboratorio de Virología de nuestra Facultad. Lo novedoso de este G4 H1N1 es que “es producto de la mezcla de varios virus, en un proceso denominado reordenamiento, algo común en los virus de Influenza [Figura 1]. Entonces, mantiene sus proteínas externas o por así decirlo la cáscara, de los virus H1N1 eurásicos, pero cambió sus genes internos, los cuales en su mayoría corresponden a los del virus pandémico del 2009”. Esta mezcla de genes creó un virus que podría afectar a los humanos, sentencia.
De todas formas, el profesor Neira -experto en virología animal- enfatiza que “este tipo de eventos, como la presencia de virus reordenados de origen porcino más genes internos pandémicos, son comunes en todo el mundo, incluyendo Chile”. De hecho, la investigación indicaría la existencia de este patógeno al menos desde 2013. En este sentido, señala que “la presencia de anticuerpos contra virus porcinos en trabajadores de cerdos es algo reportado con relativa frecuencia, eso no implica necesariamente que vamos a tener una nueva pandemia”.
Agrega además que “la transmisión de cerdo a humano es posible, pero que ese humano infectado transmita el virus a otro humano es poco común. La última vez que ocurrió algo así y hubo consecuencias fue el 2009 con el H1N1 pandémico. Es mucho más común que el ser humano contagie a los porcinos”. Por otro lado, aclara que el virus no se transmitiría por el consumo de carne de cerdo.
¿Una nueva amenaza?
Respecto a su peligrosidad, el Dr. Neira llama a la calma, ya que la Influenza A se estudia desde el 1918, por lo que “existen muchos estudios, antivirales y vacunas, por lo tanto, este tipo de H1N1 no tendría el impacto que ha tenido el SARS-CoV2 sobre la salud de la población”.
En cuanto a la vulnerabilidad nacional frente a esta nueva amenaza, el académico de Favet indica que en el país "existen muchos protocolos preventivos y de bioseguridad para evitar la transmisión humano-cerdo-humano, que incluyen -por ejemplo- el estudio constante de los virus presentes en cerdos, la vacunación de estos animales, la vacunación de todo el personal anualmente y la restricción de ingreso a las granjas de personas sospechosas de influenza. Acá en Chile estos protocolos son muy bien ejecutados desde hace muchos años".
No obstante, advierte que “esto no nos libera de la responsabilidad de seguir nuestras políticas tendientes a reducir la transmisión humano-cerdo y cerdo-humano, como la bioseguridad y la vacunación del personal”.
El Dr. Víctor Neira se dedica hace más de 10 años al estudio del virus porcino en el país, entre otras materias asociadas al campo de la virología animal. Actualmente lidera el proyecto Fondecyt 11170877, que tiene por objetivo conocer el origen y distribución de los virus en Chile, y comenta que ya existen varias tesis realizadas en este ámbito.