“Este laboratorio nace de la necesidad de la investigación. Nosotros hacíamos desarrollo de vacunas, pero había una etapa en la que no podías seguir tu investigación porque no la podías probar en especies de animales porque no estaban fabricadas en estándares para poder aplicarla”, explica el médico veterinario y profesor asociado de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, Leonardo Sáenz, sobre los orígenes del recinto que hoy funciona en La Pintana, cuya experiencia servirá a la construcción del Centro Productor de Vacunas y Biofarmacéuticos que la Casa de Bello instalará en el Parque Carén.
El profesor Sáenz cuenta que luego de estandarizar una serie de procesos en los cuales se debió comprobar la seguridad de lo que se produce, instalar una buena práctica de manufactura y equipamiento, entre otras etapas, se dio vida al laboratorio. “Después de un tiempo recibimos la autorización. En el caso de medicina veterinaria, del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), de la planta para la producción de lotes, para hacer investigación y para hacer algunos ensayos clínicos en terreno. De hecho, hemos fabricado no solamente para nuestros desarrollos, actualmente también lo hacemos para otras compañías privadas que necesitan hacer un lote pequeño para un ensayo clínico”, afirma.
Esta iniciativa servirá de base para el Centro Productor de Vacunas que la Universidad de Chile construirá en el Parque Carén, proyecto impulsado junto a la farmacéutica italiana ReiThera que permitirá entregar a la población una respuesta inmediata para el tratamiento de enfermedades y fomentar el desarrollo de investigación científica, cuya construcción y funcionamiento se proyecta para 2024. “En esta planta de producción se desarrollan vacunas, se producen a escala piloto, pero en buenas prácticas de manufactura, lo que permite hacer las pruebas después en animales. No tenemos una capacidad productiva alta, pero es la cantidad necesaria para poder hacer pruebas clínicas”, señala el profesor Sáenz respecto al modelo que servirá como referencia en Carén.
El director de Innovación de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Casa de Bello (VID), Carlos Saffie, plantea que “tener una base y gente con experiencia -aunque sea en laboratorios piloto de fabricación de vacunas veterinarias- nos entrega un “know-how” que nos permite fácilmente saber cuáles son los cuellos de botella para una producción y una escala de una planta futura. Eso lo estamos trabajando gracias al equipo que formamos con el profesor Sáenz, y con otros académicos de la Universidad”.
Saffie añade que “el valor de contar con eso demuestra que hay una capacidad científica instalada, que se pueden desarrollar prototipos y, por lo tanto, no es una quimera pensar en construir una planta y desarrollar vacunas humanas. Es un salto grande, pero es realista”.
Más de ocho años de funcionamiento
Actualmente, el recinto -que consiguió los permisos correspondientes en 2014- consta de una planta de producción de vacunas que utiliza prácticas de manufactura de alto estándar. “Este laboratorio tiene todas las áreas en 70 mts. cuadrados, entonces son pequeñas salas de 6 a 7 mts. cuadrados donde se hace la producción. Lo que se tendrá en laguna Carén es esto, pero en 7 mil mts. cuadrados. Va a tener, de todas maneras, el mismo sistema de sellado de salas, una especie de burbujas que mantiene estéril el procedimiento que se está haciendo”, grafica el profesor Sáenz.
“Lo que tenemos acá es ‘chiquitito’, lo que habrá en Carén es muy grande, con tecnología de punta. Vamos a estar utilizando equipamiento de última tecnología, pero los procedimientos, cómo se maneja, se ingresa, cómo se produce, son bastante similares", añade el académico.
Sobre el valor de contar con esta experiencia previa, Sáenz dice que contribuye a lo que se está proyectando en Pudahuel. “Las instalaciones son más o menos similares. El proceso o las zonas, cómo están delimitadas, cómo están separadas, cómo es el flujo del aire, es igual. Algunos de los equipamientos son muy parecidos, entonces, significó una experiencia previa muy importante para poder empezar a desarrollar este proyecto más grande en Carén”, dice.
Producción y experiencia en vacunas
El profesor Sáenz comenta que en el laboratorio que él dirige ya han desarrollado varios productos. “La vacuna de inmunocastración que se está ocupando en cerdos. Esa ya la tenemos terminada, ya llegamos incluso a obtener el registro para poder comercializar, pero -además- tenemos otros desarrollos en vacunas para pollos, para bovinos, trabajamos también en vacunas para salmones”, indica.
Precisa, en esta línea, que “tenemos una vacuna para la mastitis bovina, tenemos una para salmonella, en pollos estamos en etapa de ensayos clínicos, tenemos una vacuna para una enfermedad de salmones, pudimos hacer un ensayo clínico bastante grande gracias que pudimos hacer acá la vacuna”, afirma. Adicionalmente, en el Laboratorio de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile se han realizado lotes de producción a laboratorios privados y se fabrican los medicamentos.