El Dr. José Manuel Yáñez, Decano de Favet, encabezó la comitiva de la Facultad que llegó hasta las dependencias de la Ilustre Municipalidad de La Pintana para sostener una reunión con la alcaldesa Claudia Pizarro y su gabinete.
“La Pintana es nuestra comuna. Yo me siento parte de acá porque vengo todos los días desde que soy estudiante y ese sentido de pertenencia es el que queremos promover en toda la comunidad de Favet. Estamos contentos de retomar las conversaciones y ver ideas de nuevos proyectos con la Municipalidad porque la pandemia paralizó muchas iniciativas; hay muchos puntos en común y eso nos une en objetivos claros para fortalecer la comuna”, sostuvo el Decano Yáñez.
Desde Favet asistieron a la reunión el Dr. Pedro Ábalos, Vicedecano; la Dra. Javiera Cornejo, Directora de Extensión y Vinculación con el Medio; y Roxana Payacán, Directora Económica y Administrativa. Asimismo, la alcaldesa estuvo acompañada por parte de su gabinete compuesto por José Chacín, Asesor de la Alcaldesa; Gabriela Soto, Secretaria Comunal de Planificación; Juan Ignacio Olave, Director de Desarrollo Comunal; Felipe Marchant, Director de Gestión Ambiental; y Rafael Vargas, Observatorio Comunal.
Dentro de los temas abordados se conversó sobre fortalecer áreas deportivas de la comuna; promover la participación ciudadana; elaborar convenios de colaboración, especialmente en el área de clínica veterinaria para animales de compañía; trabajar en conjunto iniciativas ligadas a la sustentabilidad tanto energética como de producción de alimentos; reforzar un plan con el fin de mejorar la seguridad en la comuna, especialmente en las cercanías de la Facultad.
La alcaldesa Claudia Pizarro se mostró muy entusiasmada de retomar las conversaciones tras dos años de pandemia y conocer al nuevo equipo directivo de la Facultad, especialmente para impulsar proyectos que aporten al desarrollo de la comuna.
Durante la pandemia, a través de la Campaña Solidaria Campus Sur, se realizaron aportes a vecinos y vecinas de La Pintana, especialmente adultos mayores, en insumos para las ollas comunes, como alimentos, sacos de harina, vales de gas, útiles de aseo, entre otros, para las más de 120 ollas comunes y comedores comunitarios habilitados, que entregaban entre 100 a 400 raciones de comida diaria.