El proceso de Reforma Agraria buscaba mejorar la calidad de vida en el campo, resguardar los Derechos Humanos y terminar con el modelo asentado por décadas de inquilinato, explotación y desprotección laboral. Una iniciativa que incluso fue apoyada desde casi todo el espectro político, cuando en el gobierno del presidente Jorge Alessandri se promulga la Ley 15.020 para redistribuir las tierras a campesinos y campesinas.
El gobierno de Eduardo Frei Montalva toma esta iniciativa como base para promulgar y aplicar una nueva Ley de Reforma Agraria mucho más radical, ya que limitaba la propiedad de la tierra, promovía la producción agrícola y buscaba que el campesinado se transformase en una fuerza social activa en las transformaciones económicas y políticas del país. Legislación que luego es aplicada durante el mandato del presidente Salvador Allende.
Sergio Faiguenbaum, coordinador del área de empleo rural de la Oficina para América Latina y el Caribe de la FAO, hizo un recorrido por la historia del campesinado para explicar cuáles fueron los factores que generaron el proceso de la Reforma Agraria y qué ocurrió en el mundo rural tras el golpe de Estado en 1973, durante su charla en la inauguración de la Semana Campesina en la Plataforma Cultural de la Universidad de Chile.
“Dentro del paquete legislativo de la Reforma Agraria, la Ley de Sindicalización Campesina es quizás más importante que la distribución de tierras, ya que campesinos se organizaban para velar por sus derechos y dignidad. Podemos ver la tendencia en estas cifras, si en el año 65 había poco más de dos mil afiliados, en el 72 se llega a más de 280.000”, explica Faiguenbaum.
Utilizando pasajes de la producción audiovisual “El Despertar de la Tierra” del año 2017, dirigida por el cineasta Cristián Galaz, Faiguenbaum muestra la realidad de campesinos y campesinas antes de la Reforma Agraria. Los recuerdos que expresaban sus protagonistas sobre su niñez eran de explotación, de extrema de pobreza, de atropellos a la dignidad y vulneración de derechos; decían que no tenían acceso a la educación, a la salud, que vivían en condiciones deplorables de vivienda, sin ventanas, sin agua potable.
Con el golpe de Estado se detiene el proceso de Reforma Agraria, el que se da por finalizado oficialmente en el año 1978. “Se devuelven las tierras que habían sido expropiadas y el campesinado se va a vivir a su suerte, a la orilla del camino; ahí es donde surgen las poblaciones callampa, vivían en una miseria extrema”, sostiene Faiguenbaum, destacando que, además de la represión física individual y violación a los Derechos Humanos durante la dictadura militar, hubo una persecución dirigida hacia las organizaciones campesinas.
Durante la charla de Sergio Faiguenbaum, también se recordó a Jacques Chonchol, ingeniero agrónomo que destacó por su participación activa en diferentes servicios públicos durante los gobiernos de Frei Montalva y Salvador Allende, a través de extractos de una entrevista que se le realizó a propósito de este proceso social, donde señaló que uno de los desafíos de la sindicalización campesina y de la redistribución de tierras para promover la productividad agrícola fue que el campesino sabía producir, pero no se manejaba en el sistema económico agrario.
La inauguración de la Semana Campesina “Memorias y Futuros del Campo: Reflexiones a 50 años del Golpe de Estado” estuvo liderada por el profesor Claus Köbrich, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, senador universitario y coordinador académico de la Cátedra de la Agricultura Campesina y la Alimentación, plataforma universitaria que busca aportar, desde la extensión, docencia e investigación a temáticas relacionadas al desarrollo rural, la agricultura campesina, la alimentación saludable y al desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles.
“Estos 50 años del golpe han sido relevados en diferentes actividades de la universidad y esta Semana Campesina también busca ser un espacio de reflexión en torno a las transformaciones que ha vivido el país durante este tiempo, ser un espacio de encuentro de la comunidad para dialogar y para relevar un ámbito importante de nuestro patrimonio cultural como lo es el campo y la ruralidad”, afirmó el profesor Köbrich.
Por su parte, Bárbara Velasco, directora de la Plataforma Cultural de la Universidad de Chile, ubicada en el Campus Juan Gómez Millas, planteó en su mensaje de bienvenida que “hay un gran trabajo de vinculación detrás de este proyecto, de generar instancias de diálogo en este espacio de encuentro y esta Semana Campesina nos ofrece un programa muy rico en diferencias de miradas para comprender la ruralidad como memoria”.
El equipo organizador de la Semana Campesina está compuesto por Iván Cano, docente y secretario ejecutivo de la Cátedra de la Agricultura Campesina y la Alimentación, y Mía Dragnic, encargada de Extensión y Vinculación de la Plataforma Cultural.
Hasta el 14 de octubre se desarrollará una serie de actividades que contemplan charlas de especialistas, paneles de conversación, exposiciones de productos artesanales y mercado de alimentos que se realizarán en la Plataforma Cultural del Campus Juan Gómez Millas y también en dependencias del Campus Sur. Revisa el programa.