El documental será exhibido el día miércoles 17 de abril a las 12.30 horas en el Centro de Extensión de la Facultad de Ciencias Agronómicas dela U. de Chile, junto con un foro en el que participarán representantes de la Vicerrectoria de Extensión y Comunicaciones (Vexcom) y representantes de este tipo de cooperativas que funcionan hoy en nuestro país. La actividad fue organizada por las Direcciones de Extensión de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias.
“Food Coop”, es un supermercado cooperativo creado en Brooklyn en 1973 por jóvenes idealistas que un buen día decidieron unirse para acceder a alimentos más limpios, a mejor precio y al margen de las grandes cadenas de distribución. Más de cuatro décadas después, la cooperativa cuenta ya con 17.000 socios. Su poder transformador es tal que el documental está motivando a ciudadanos de otros lugares del mundo a crear proyectos similares en sus ciudades.
En Food Coop, no sólo se pueden encontrar todo tipo de alimentos, en su mayor parte orgánicos y directamente del productor, sino también otro tipo de productos de higiene y del hogar que permiten hacer toda la compra en el mismo sitio y a buen precio. Pero, no es sólo una buena alternativa de compra, sino que se caracteriza porque ha logrado crecer mediante un sistema de democracia participativa que supone para sus socios una auténtica experiencia de empoderamiento, que ha resultado ser extraordinariamente eficiente y rentable. Eso le permite ofrecer servicios y ayudas que solo están al alcance de proyectos grandes.Y lo más importante: se ha convertido en un referente para toda una comunidad que está demostrando que la autogestión también es posible a gran escala y tiene muchas ventajas.
2 horas y 45 minutos de trabajo al mes en la cooperativa
Para entrar y convertirse en socio propietario no es diferente de otras cooperativas, se debe abonar una única cuota de entrada, que se recupera cuando te das de baja. Pero considera una cuota reducida para las personas de rentas más bajas.
Una vez asociado, se debe cumplir con el mínimo compromiso de dedicar a la cooperativa 2 horas y 45 minutos de trabajo al mes. Los turnos son flexibles, incluso intercambiables, pero deben cumplirse. A cambio se tiene libre acceso para comprar allí y para participar en las asambleas y la toma de decisiones.
Con ello se cubre casi la totalidad de necesidades de trabajo (solo hay un pequeño grupo de personas a las que se contrata para que realicen trabajos de coordinación) y se reduce el gasto de la cooperativa en una de las partidas más gravosas de los supermercados: la fuerza laboral.
3.000 dólares de ahorro al año en la cesta de la compra
El sistema ha llegado a ser tan eficiente que el supermercado renueva todo su stock unas 70 veces al año, mucho más que los negocios convencionales. Todos los beneficios se reinvierten en la cooperativa, hasta tal punto que han permitido a lo largo de su historia implantar varias reducciones de precios.
El ahorro que esto supone a los socios y sus familias no es menor, los precios pueden llegar a ser entre 20 y el 40% más bajos. Una pareja relata que la misma compra semanal hecha en la cooperativa o en un supermercado, les permite calcular que comprando en la cooperativa se ahorran unos 3.000 dólares al año.
El ahorro viene acompañado de una ventaja todavía más valiosa: de la cooperativa se sale con una compra más saludable. Esto es así tanto por la variedad de alimentos frescos como por la calidad, pues son productos comprado directamente a los productores y en su mayoría ecológicos o, por lo menos, bajos en plaguicidas.