La trucha arcoíris (Oncorhyn-chus mykiss) es una de las especies acuícolas más importantes en América Latina y el Caribe, siendo cultivada en al menos 12 países, incluyendo a Chile, pero se enfrenta a diferentes desafíos como la propagación de patógenos y enfermedades infecciosas que no sólo incrementan la tasa de mortalidad de la especie, sino que también afectan económicamente a la industria.
Con el propósito de desarrollar estrategias innovadoras para fortalecer la resistencia genética de las truchas arcoíris y mejorar su salud frente al IPNV y otras enfermedades virales emergentes, nace el proyecto “Disminución de la Mortalidad de Trucha Arcoíris Asociada con el Virus de la Necrosis Pancreática Infecciosa y Enfermedades Emergentes mediante Técnicas Moleculares y OMIC”.
Una iniciativa que cuenta con el apoyo financiero del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la participación de países como Brasil, Argentina, Uruguay, México, Panamá, Perú y Ecuador, además de Chile, que dentro de Latinoamérica es el mayor productor de trucha y con más experiencia respecto a la genómica del sector acuícola.
“Desde Chile hemos estado brindando apoyo a los demás países con respecto a la toma de muestras de truchas que se envían al laboratorio en Austria para descubrir si estas tienen algún marcador molecular que pueda ser asociado a una resistencia de la enfermedad. Esto con el fin de cumplir con los objetivos del proyecto”, señaló el Dr. David Tapia, profesional del Laboratorio de Genómica Acuícola de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) e investigador responsable del proyecto.
A partir de la labor de los investigadores e investigadoras de la U. de Chile, se ha logrado identificar marcadores genéticos asociados a la resistencia del IPNV utilizando técnicas como el estudio de asociación de todo el genoma (GWAS), que ha sido dirigido por Rodrigo Marín, estudiante del Doctorado en Acuicultura de la U. de Chile y activo colaborador en el Laboratorio de Genómica Acuícola, lo que permite seleccionar ejemplares más resistentes a la enfermedad.
Otro de los objetivos del proyecto consiste en transferir los conocimientos del manejo y prevención de enfermedades en la acuicultura a través de diversos cursos, capacitaciones y pasantías. Esto ha permitido que Chile no solo comparta su experiencia en la mejora genética y programas de mejoramiento genético al resto de países colaboradores, sino que también reciba conocimientos valiosos de expertos internacionales, fortaleciendo así las capacidades técnicas del equipo nacional y promoviendo la implementación de buenas prácticas en toda la región.
“Chile es, actualmente, el único país en Latinoamérica que tiene programas de mejoramiento genético. Esto significa que las empresas productoras trabajan en conjunto con laboratorios especializados, como el nuestro, uno de los principales proveedores de servicios en esta área en el país, para seleccionar y reproducir ejemplares con características deseables, como una mayor resistencia a enfermedades o mejor desempeño productivo”, sostuvo el Dr. Tapia.
Dentro de quienes participan activamente en la iniciativa desde Chile, están el Dr. José Manuel Yáñez, Decano de Favet, académico y Lead Counterpart (DTM) del proyecto; la Dra. Carolina Araya, manager del Laboratorio de Genómica Acuícola de Favet; y Constanza Urzúa y Benjamín Bennet, ambos estudiantes del Doctorado en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la U. de Chile y miembros activos del equipo de investigación.
Durante dos meses, los investigadores genotipificaron más de 1000 muestras de trucha infectadas experimentalmente con el IPNV, para la búsqueda de marcadores de resistencia y más de 30 individuos de vida libre del Lago Chungará. Estas últimas fueron proporcionadas por el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores Australes (INVASAL) y serán utilizadas para un análisis de genética poblacional, que compare las distintas poblaciones de truchas presentes en América Latina.
Tras diversas reuniones de coordinación virtuales que facilitaron la planificación y desarrollo de actividades clave, se llevaron a cabo varias capacitaciones, tanto online como presenciales, en el Perú y Argentina. Dentro de sus participantes hubo representantes chilenos, como Constanza Urzúa, quien se encargó de transmitir los conocimientos adquiridos en cada capacitación al equipo del laboratorio de Favet.
Por último, este año ya se realizó el primer curso de capacitación del proyecto: el Regional Training Course of Fish Population Genomics, que tuvo lugar del 16 al 20 de junio de 2025 en Campos do Jordão, Brasil, organizado por la Universidade Estadual Paulista (UNESP). El curso ofreció formación especializada en genómica de poblaciones, utilizando la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) como especie modelo. El Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento de la institución presto servidores para la capacitación. Además, se contempló una visita técnica a una estación de cultivo de truchas, reforzando la conexión entre teoría y práctica en el contexto de acuicultura.
Participaron representantes de nueve países de América Latina y el Caribe, incluyendo desde Chile al Dr. David Tapia y al estudiante de doctorado Benjamín Bennet, quienes adquirieron habilidades para evaluar diversidad genética, estructura poblacional, consanguinidad y parentesco, parámetros fundamentales para el manejo sostenible y el diseño de programas de mejoramiento genético. La capacitación fue impartida por dos investigadoras expertas internacionales formadas en Favet: la Dra. María Eugenia López (actualmente en la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, SLU) y la Dra. María Ignacia Cádiz (postdoctorante en la Universidad de Helsinki, Finlandia).
Se espera realizar un segundo curso en Chile, a mediados de octubre: el Regional Training Course on Selective Breeding, en la ciudad de Puerto Varas, dada su cercanía a centros de cultivo de truchas con programas de mejoramiento genético. “Esto nos ofrecería la oportunidad de organizar una gira técnica durante el curso”, comentó el Dr. Tapia para concluir.