Con integrantes de organizaciones de ferias libres; de cooperativas de consumo y abastecimiento; de organizaciones no gubernamentales; de fundaciones; y de iniciativas que trabajan con la pequeña agricultura; se realizó el Diálogo Independiente “¿Cómo mejorar el acceso de alimentos saludables en zonas urbanas?”, organizado por la Cátedra de la Agricultura Campesina y la Alimentación de la Universidad de Chile.
El profesor Claus Köbrich, académico de Favet y coordinador académico de la Cátedra, explica que, en un esfuerzo por erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad, todos los países del mundo acordaron en 2015 avanzar en el logro de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Dada la importancia que juega la agricultura y la alimentación en muchos de ellos, Naciones Unidas realizará la Cumbre de los Sistemas Alimentarios.
“Este foro tiene el fin de buscar y proponer soluciones que permitan transformar la forma en que producimos, consumimos y concebimos los alimentos. Estos mismos desafíos son los que hoy enfrentan los y las veterinarias. No sólo se trata de producir alimentos inocuos, sino que también debemos buscar formas de reducir el impacto ambiental de su producción y consumo, como promover el desarrollo de las comunidades que producen estos alimentos, en especial de la agricultura campesina, o cómo lograr que haya equidad en el acceso a alimentos sanos y saludables, entre otros. Por ello, participar y aportar en estos foros es parte esencial de la misión de una Universidad pública como la nuestra”, afirmó el profesor Köbrich.
El objetivo principal de este Diálogo Independiente era conversar en torno a mejoras en el acceso de toda la población a los alimentos saludables, obstáculos y barreras de acceso, y circuitos de comercialización para acercar a las y los consumidores a la producción a pequeña escala.
La conversación entre los participantes del Diálogo se centró en la reflexión de dos preguntas principales sobre cuáles serían las causas que dificultan el acceso a una alimentación saludable en las zonas urbanas y cuáles serían las propuestas y acciones para solucionar esta problemática.
“Para nuestro equipo – de la Cátedra – es una prioridad que la población pueda acceder a una buena alimentación, a productos saludables, nutritivos, con pertenencia a la cultura y producidos en forma sostenible. Es importante reunir a todos los actores que participan en la cadena alimenticia, que se reflexione en torno a la alimentación, pero que también se generen propuestas para superar las problemáticas existentes: el acceso, la comercialización, la tierra resiliente, la biodiversidad, disminuir la cadena de intermediarios, valorizar y visibilizar el origen de los productos, entre otras”, puntualizó Iván Cano, médico veterinario, secretario ejecutivo de la Cátedra.
En nuestro país, la agricultura familiar campesina representa cerca del 90% de los productores de alimentos a nivel nacional, segmento que contribuye con el 22% del valor bruto de producción que genera la agricultura chilena. De acuerdo con el Ministerio de Economía, casi un 80% de los microemprendimientos agrícolas son informales. Respecto a las ferias libres, existen casi 67.000 puntos de venta a lo largo de todo Chile, generando alrededor de 200.000 puestos de trabajo. Asimismo, la pesca artesanal representa más de un 30% de la producción nacional. Cifras considerables que sostienen la necesaria discusión sobre la seguridad alimentaria, soberanía, abastecimiento y sostenibilidad, entre otros ámbitos que la Cátedra espera relevar como plataforma de encuentro entre la Universidad de Chile y la sociedad civil.
“Las organizaciones civiles, agrupaciones y cooperativas, feriantes, campesinos y campesinas, etc tienen mucho que decir y proponer en estas materias. Por eso es relevante generar este espacio de diálogo y transmitir esta voz a través de este sistema participativo de Naciones Unidas para que estos temas y nuestras propuestas sean consideradas en la Cumbre de Sistemas Alimentarios. También nos preocupamos de que los grupos de trabajo en la jornada fuesen diversos para enriquecer la discusión”, agregó Cano.
Entre las principales propuestas que emanaron de este encuentro independiente están la incorporación al currículum escolar y parvulario los valores culturales del acto de alimentarse, desarrollo de huertas como actividad de aprendizaje, así como también como un trabajo en las comunidades vecinales y en los hogares; planes educativos para empoderar a los territorios sobre el valor de estos temas; y campañas comunicacionales con productos que releven el valor de la alimentación como recetarios con pertenencia cultural, origen de los alimentos, salud, entre otros.
Algunas determinaciones para avanzar en la transformación del sistema alimentario hacia uno saludable y sostenible considera la articulación de las y los participantes de la producción, distribución y consumo de los alimentos para el desarrollo de mercados locales; mayor incidencia de los municipios para apoyar sistemas locales; compras estatales a pequeños productores locales; potenciar nuevas formas de consumo y comercialización; desarrollo de centros de abastecimiento; redefinir la institucionalidad; aumentar disponibilidad de ferias libres en zonas urbanas; entre otras.
“Desde la Cátedra se continuará impulsando iniciativas de encuentro y reflexión para dotar de contenido las acciones concretas que queremos iniciar. Acciones en que la gente sepa el camino que recorren los alimentos, conocer el sistema en que estamos insertos y promover su transformación hacia uno más sostenible y saludable”, concluyó el secretario ejecutivo.
La Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios tiene como objetivos: garantizar alimentos sanos y nutritivos para todos; adoptar modalidades de consumo sostenibles; impulsar la producción de alimentos favorable a la naturaleza; promover medios de vida equitativos para las personas que participan en los sistemas alimentarios; y crear resiliencia ante las vulnerabilidades, las conmociones y las tensiones.