En Chile tenemos un sistema de RED de laboratorios públicos y privados que realizan el análisis de contaminantes en los alimentos que es robusta. Entre las unidades que prestan servicio a los programas de vigilancia y control oficiales, el Servicio Agrícola Ganadero o SAG cuenta con 10 laboratorios autorizados en el ámbito pecuario: ocho para residuos químicos y dos para microbiología (www.sag.cl). El MINSAL cuenta con la Red de Laboratorios de Salud Pública de las Secretarías Regionales Ministeriales de Salud (SEREMI) conformada por 19 laboratorios de ensayo, más cuatro laboratorios satélites o zonales, cuyo referente técnico nacional es el Instituto de Salud Pública (ISP), de acuerdo con el marco legal. Sin embargo, en el ámbito del diagnóstico de patógenos que afectan a los animales de producción, el SAG tiene autorizados laboratorios para la vigilancia de enfermedades específicas como tuberculosis y brucelosis entre otras, y en la mayoría de ellos sus metodologías diagnosticas se basan en metodologías serológicas o moleculares donde no existe un aislamiento del patógenos bacteriano, y por lo tanto, no se puede realizar un análisis de susceptibilidad a los antibióticos.
Entonces, específicamente en Chile, no existen laboratorios que estén autorizados por el SAG o que estén acreditados por otras agencias del Ministerio de Salud o Ministerio de Agricultura para realizar diagnóstico y análisis de susceptibilidad a los antibióticos en muestras derivadas de animales. Por esta razón, no conocemos la situación de los laboratorios que están ofreciendo el servicio, no sabemos qué protocolos utilizan, ni si tienen sus profesionales la capacitación adecuada, si cuentan con los equipos adecuados, si realizan mantención de ellos, y si algo tan básico como la toma de muestra es la adecuada. Estas brechas de conocimiento se traducen en que no podemos confiar en los resultados de estos laboratorios ni tampoco realizar intercambio de datos y/o muestras o hacer una interpretación de los datos de resistencia a los antibióticos en patógenos de interés con el fin de poder ejercer una buena comunicación y respuesta a los desafíos que tenemos como país.
En materia de uso de antibióticos en animales de producción animal, el Servicio Agrícola Ganadero ha establecido protocolos sobre el uso de antibióticos en estos animales con directrices específicas para no utilizar antibióticos como profilaxis, por ejemplo, pero estos protocolos no podemos contrarrestarlos con la realidad de cuáles son la resistencia que presentan las bacterias de interés, ya sea zoonóticas o patógenas.
El Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) 2021-2025 tiene por objetivo continuar el trabajo que comenzó el 2017 en la base de cuatro lineamientos estratégicos: fortalecer la concientización y la formación respecto a la RAM en la comunidad en general y en grupos específicos; fortalecer el sistema nacional de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos; prevenir y controlar las infecciones asociadas a la salud humana y a la sanidad animal y vegetal; y regular y vigilar el uso de los antimicrobianos. Es importante que, para apoyar esta importante iniciativa, en el futuro contemos con laboratorios tanto públicos como privados que tengan los más altos estándares para realizar diagnóstico y aislamiento de patógenos de interés y el análisis de susceptibilidad con el fin de apoyar a los médicos veterinarios en la elección de los mejores tratamientos para conservar tanto la salud animal como la salud pública.