A raíz de los incendios forestales originados durante enero y febrero de este año, el CEV se reunió con otros centros estudiantiles de universidades privadas y públicas de Santiago, con el fin de formar una Coordinadora de Estudiantes de Medicina Veterinaria para prestar la ayuda necesaria a la región de Valparaíso. Además de ofrecer una vía segura de movilidad, hospedaje y sustento a estudiantes que viajaban por su cuenta a las zonas afectadas, canalizando así la ayuda.
“Muchos estudiantes de varias universidades viajaban por cuenta propia a las zonas afectadas, mientras que las autoridades decían que no se podía acceder a estos lugares, decidí a contactar a los centros de estudiantes y ver qué se podía hacer al respecto”, explicó Fernando Segura, estudiante de Favet, vocero del CEV y uno de los encargados de la coordinadora estudiantil.
Las primeras instituciones en responder a la reunión fueron la UNAB, la Universidad Santo Tomás (UST), la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la Universidad Mayor (UM). Posteriormente la Universidad de Las Américas (ULA) y la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO) se sumaron a la iniciativa de voluntariado y se convocó a una primera reunión en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
El vicepresidente del Colegio Médico Veterinario de Chile (COLMEVET), Dr. Diego Peñaloza, contactó a la coordinadora para trabajar en conjunto con ella y ofrecerles financiamiento para sus despliegues de voluntarios en la región de Valparaíso.
Un apoyo fundamental para los y las estudiantes de la coordinadora, así como la ayuda proporcionada por Favet que le facilitó a la coordinadora seis caniles que fueron enviados al hospital de Viña del Mar, una de las cuatro zonas donde se desplegaron los voluntariados.
Por más de dos semanas, la coordinadora logró desplegar más de cien estudiantes de todas las universidades en once hospitales y clínicas de Quilpué, Villa Alemana, Valparaíso y Viña del Mar, donde cada grupo de voluntarios estuvo cubriendo por cuatro días turnos diurnos y nocturnos.
“En un momento nos dimos cuenta que pasamos a ser indispensables para los hospitales, porque en algunas clínicas nosotros realizamos turnos de día y de noche, pero en otras sólo hacíamos turnos nocturnos, porque durante el día iban muchos voluntarios a ayudar y atender a los animales, pero en las noches nadie se quedaba, sólo nosotros”, sostuvo Fernando, afirmando que ese fue el principal apoyo que proporcionaron a las clínicas en las que estuvieron.
Además de ofrecer ayuda a los animales afectados por los incendios, uno de los grandes logros que surgió de los despliegues a las clínicas, hospitales y tiendas de campaña fue el acercamiento que tuvieron estudiantes de Medicina Veterinaria con su carrera, ayudándoles a conocer en qué áreas disfrutan desempeñarse más que en otras.
La iniciativa también ocasionó que naciera una conexión entre estudiantes de la carrera de diferentes universidades, fueran privadas o públicas. “Como todos estábamos en las mismas condiciones, no había distinción, así que se compartían experiencias, conocimientos, se realizaban charlas, se enseñaba a conducir; entre otras actividades”, comentó Fernando.
Por este motivo, los y las encargadas de la coordinadora de estudiantes están en proceso de formalizar la organización para que sea un canal permanente y oficial al que se pueda contactar en caso de tener una nueva emergencia.
“La idea es que la coordinadora siga como una forma de consejo en vez de presidencial, porque es mejor que cada universidad ponga su representante en la mesa y así también es mucho más democrático”, concluyó Fernando, asegurando que la organización tiene el respaldo de COLMEVET con el que continúan en contacto.