En el marco del plan de vigilancia y caracterización del virus de influenza aviar de alta patogenicidad en la Antártica, desarrollado entre el grupo de investigación de la Universidad de Chile, liderado por el Dr. Víctor Neira, académico de Favet, y el del Instituto Chileno Antártico INACH, a cargo del Dr. Marcelo González, jefe del Departamento Científico; se buscó evidencia de mortalidad y se colectaron muestras de animales en diferentes puntos del continente blanco, dando con resultados positivos en skuas, los que fueron ratificados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Estas muestras positivas se secuenciaron y están siendo analizadas por el grupo de investigación del Laboratorio de Virología Animal compuesto por Benjamín Bennett, Naomi Ariyama y Gabriela Muñoz, estudiantes del Doctorado en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Universidad de Chile; y Bárbara Berazay, quien cursa el Magíster en Ciencias Animales y Veterinarias de Favet.
“Este análisis permitirá determinar el origen del virus, ver su trazabilidad. Porque tenemos dos opciones. La primera suposición, y más obvia, era que se trataba de una migración a larga distancia desde América del Norte hacia el sur. Sin embargo, pudimos comprobar que se trata de un movimiento local de aves que se está acercando de apoco hacia el continente blanco”, explica el Dr. Neira.
El virus HPAIV H5N1 más cercano a la Antártica había sido detectado en las islas Georgias del Sur hace cerca de cuatro meses atrás. De acuerdo al Dr. Neira, es el mismo que ha ido moviéndose localmente hacia el sur; es el que ingresó a Chile y Perú a fines del 2022, avanzó al sur, luego a la Patagonia, después a las islas subantárticas y ahora está en el Continente Antártico.
Naomi Ariyama, ya de regreso en Chile continental, participó en la secuenciación del virus de influenza aviar de alta patogenicidad encontrado durante su expedición. “Estos resultados, que se obtuvieron rápidamente, llegan en un momento oportuno para establecer líneas de trabajo de vigilancia y control; y pudimos obtenerlos gracias a la colaboración con el equipo del Dr. González del INACH y la Dra. Catalina Pardo-Roa de la Pontificia Universidad Católica”, sostiene la investigadora.
Continuar con el plan de vigilancia y caracterización del virus tanto en Antártica como Chile continental resulta fundamental para mitigar el daño ecosistémico, ya que puede causar mortalidades masivas de fauna silvestre. Asimismo, la HPIAV H5N1 tiene implicancias en la salud pública, ya que, a pesar de ser esporádicos y en contextos de alta exposición, los casos de personas infectadas con influenza aviar podrían resultar letales.
“El virus se está adaptando cada vez más a hospedadores mamíferos, tal como se observó en las detecciones de H5N1 en bovinos en Estados Unidos hace días atrás. Por eso es primordial reforzar los planes de vigilancia en diferentes frentes”, alerta el Dr. Neira.
Mientras tanto, en Antártica continúa el trabajo con equipos más reducidos de profesionales a nivel internacional, dadas las condiciones ambientales de esta época invernal en el hemisferio sur. El Laboratorio de Virología Animal, por su parte, mantiene sus investigaciones en torno al virus en colaboración con el SAG y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), esperando una nueva expedición hacia el continente blanco.