El Dr. Luis Alberto Raggi, académico del Departamento de Ciencias Biológicas Animales, inició su camino en la enseñanza en 1980, cuando ingresó como ayudante de la cátedra de Fisiología Animal en nuestra facultad. Transcurridos 44 años, y ya como Profesor Titular, fue notificado de su selección como Mejor Docente de Pregrado de Favet.
Este premio ya se le había otorgado en el año 2010. Sin embargo, la ocasión actual le parece mucho más satisfactoria, ya que el mecanismo de selección involucra directamente al estamento estudiantil.
“Fue muy emocionante, en términos de ser distinguido por el sujeto de nuestra vocación docente, que son los estudiantes. Entonces, tuve una reacción muy especial, porque es el reconocimiento de lo que yo llamo médicos veterinarios en formación; futuros colegas. Eso lo hace muy significativo”, señala.
A diferencia de procesos anteriores, las y los estudiantes de Favet tuvieron la oportunidad de escoger al Mejor Docente de Pregrado; para ello, se aplicó una encuesta que contó con amplia participación.
Sobre los motivos para ser escogido, el Dr. Raggi lo atribuye a sus años de trabajo y al interés por mejorar sus métodos de enseñanza.
“Creo que influye mucho la experiencia, uno tiene años, de años, de años, de experiencia docente. Eso influye porque uno se actualiza, va mejorando la presentación de sus clases, va ganando conocimiento a través de su propia investigación”, afirma
“También creo que se debe al hecho de ser responsable con la labor docente. Tenemos que circunscribirnos a la entrega oportuna de las calificaciones, generar una sinergia, aprendizajes significativos del error, respetar a los estudiantes, cumplir con horarios”, agrega.
Actualmente, el académico del Departamento de Ciencias Biológicas está a cargo de los cursos de Fisiología I y II, además de participar de los programas de Magíster en Ciencias Animales y Veterinarias de Favet y el Doctorado de Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias, programa interfacultades.
Para llevar a cabo su trabajo de forma satisfactoria, asegura que hay un factor clave: “Sin falsa modestia, uno también tiene seguridad de los conocimientos que imparte y eso se refleja en la recepción que tienen los estudiantes”.
Vocación innata: los inicios del Dr. Raggi
“Me haces retroceder a mis tiempos de estudiante…”, comenta el Dr. Luis Alberto Raggi, cuando se le pregunta por su motivación para dedicarse a la docencia.
“Con mis compañeros teníamos la capacidad de estudiar en grupo o de forma individual. En algunos momentos tuvimos bastantes dificultades porque cuando estudiaba había prohibición de reuniones (por parte de la dictadura militar), pero en términos generales nos asociábamos para el estudio, y a mí me gustaba explicarles cosas. Era algo innato, porque me gustaba”, recuerda.
En paralelo al ámbito universitario, el Dr. Raggi rememora el contexto personal que estaba viviendo, el cual se vio marcado por la muerte de su padre.
“En ese momento también tenía una responsabilidad disciplinar; una suerte de presión familiar. Resulta que mi papá estaba muy enfermo, de hecho, murió mientras yo estudiaba la carrera y eso me obligó a concentrarme mucho en mis estudios”.
El Dr. Raggi obtuvo la vacante de ayudante en 1980. Fueron sus propios profesores quienes lo invitaron a participar del concurso mientras realizaba su memoria de título. Luego de 15 años, ascendió a Profesor Asociado.
Hoy es Profesor Titular de Favet y, cómo no mencionarlo, un experto en camélidos sudamericanos.
Investigación camélida: referente para estudiantes y la academia
La organización estudiantil Alto Andino se fundó en el año 2001, y, tal como afirman sus actuales integrantes, todo “se debe a la contribución y legado del Dr. Raggi”.
“La historia detrás de este comienzo se remonta a un profundo interés por los camélidos, el que llevó al Dr. Raggi, junto a dos colegas, a explorar el Altiplano. Allí no solo se encontró con estas especies emblemáticas, sino que también con una comunidad dedicada a su crianza y cuidado”, relata el equipo de Alto Andino.
Rápidamente, para apoyar su trabajo, el profesor convocó a un grupo de estudiantes, que pasó a ser la primera generación de la organización que hasta hoy se mantiene activa en nuestra facultad.
“Aunque el profesor ya no está en la organización, su legado perdura en cada generación de estudiantes y voluntarios que pasan por ella, dejando una huella en su formación integral”, concluye el equipo de Alto Andino.
Ahora bien, el académico no solo es un referente para estudiantes, sino que también para la academia.
Sin ir más lejos, en 2024, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), le encargó llevar a cabo la consultoría titulada “Situación actual de los camélidos en Chile”.
Lo que no muchos saben, es que el Dr. Raggi, en un principio, quería dedicar sus investigaciones a otra especie: los caprinos.
“Fue casi accidental. Yo estaba desarrollando todas mis actividades en el área de los caprinos. Sin embargo, al momento de realizar un postdoctorado en Austria, donde se financiaban proyectos a los mejores estudiantes, quise dedicarme a investigar caprinos, pero me dijeron que solo financiaban investigaciones de esa especie en África. ‘Piense rápido’, me dijeron. ‘Piense en algo que sea propio de su país’. Entonces miré para todos lados y dije: camélidos. De ahí en más, todo dio un giro”, asegura el investigador.
Lo que más le llamó la atención de esta especie, según sus palabras, es que en Chile “se trataba de un libro sin escribir”.
A nombre de la facultad y la comunidad estudiantil, deseamos que siga escribiendo este libro y le enviamos nuestras felicitaciones por su reconocimiento como Mejor Docente de Pregrado.