En el marco del proyecto de colaboración entre Favet y el INDAP, se comunicaron los principales resultados obtenidos del estudio para el programa de servicios de apoyo a la comercialización de la AFCI. Iniciativa en la que participó el Dr. Claus Köbrich, académico del Departamento de Fomento de la Producción Animal de Favet, como coordinador.
“Hoy en día, la producción campesina está más disponible para recibir un pago por medios distintos al efectivo. Hace algunos años atrás la tendencia era otra, dinero que se ve es más confiable. Este tipo de evidencia concreta, por ejemplo, nos permite construir políticas públicas más acorde a la realidad. Dado que los y las beneficiarias de lo que se construya van a ser miembros de la AFCI, este estudio pudo recoger y analizar sus visiones y percepciones en torno a la comercialización”, sostuvo el Dr. Köbrich.
De las 40 entrevistas y 385 encuestas aplicadas a productores y productoras campesinas y previamente analizadas, se determinó que el favorecimiento de lo local, el sentido de la identidad y los ánimos de colaboración entre productores son algunas de las conclusiones del estudio. De igual modo, existiría un interés por contar con más información sobre potenciales compradores, así como acceder a otros canales.
Además del Dr. Köbrich, el estudio también contó con la participación de académicos, funcionarios y estudiantes de Favet, incluyendo egresadas como Bárbara Díaz, quien se encuentra realizando su Memoria de Título en el Departamento de Fomento de la Producción Animal en la facultad.
“Mi experiencia como tesista de este proyecto me ha permitido compartir tanto con INDAP en las respectivas reuniones y con sus usuarios a través de las encuestas. Originalmente, tenía la incertidumbre de si los usuarios iban a tener la confianza de realizar las encuestas, sin embargo, me encontré con una respuesta bastante positiva, que se vio reflejada en las ganas de querer ser escuchados y de recibir ayuda, obteniendo de primera mano qué problemas están enfrentando y, por ende, qué necesidades se deben cubrir”, explicó la estudiante.
“Creemos que los desafíos que tiene el país los podemos responder como comunidad universitaria. Fortalecemos la forma de hacer extensión y aportamos a la formación de futuros profesionales comprometidos con la sociedad”, señaló Iván Cano, coordinador ejecutivo del proyecto.
Durante la jornada también se realizó un taller con el objetivo de conocer la percepción que tienen los y las profesionales de la institución, destacándose algunas necesidades y dificultades, tales como: que sus instrumentos estén más articulados para responder a la necesidad de los y las productoras, reducir la brecha comunicación entre campesinos que elaboran o prestan servicios y quienes acceden a ellos; facilitar la inscripción y registro del programa para los y las usuarias.
Por otro lado, la instancia también contó con un espacio de degustación de alimentos, cuyas preparaciones y productos tenían un origen campesino, permitiendo elaborar un menú basado en recetas tradiciones, como: las churrascas, pastelera de choclo para rellenar empanadas, sopaipillas, pebre de tomate y cochayuyo, pichanga, calzones rotos y quinoa con leche.
“Para nuestro equipo es importante cuidar la tierra y los alimentos que se consumen, así como los saberes, tradiciones y recetas en la elaboración de su propuesta gastronómica”, comentó Fernanda Montecinos, integrante de La Hortelana, destacando que se consumieron alimentos de Doñihue, Copequén, Coinco, Codehuam, San Francisco de Mostazal, Pitrufquen, Pemuco y San Vicente de Tagua Tagua.